Eleazar Álvarez era un chico normal con una vida normal….bueno casi normal su vida era muy misteriosa y su apariencia resultaba algo intimidante, tenia la piel muy pálida y ojos penetrantes además de que siempre vestía con un estilo rebelde y colores oscuros, era serio y vivía en una tétrica casona a las afueras de la ciudad, pero lo que más llamaba la atención de él era que siempre traía un collar de plata y rubí pendiendo de su cuello y cuando los demás le preguntaban de donde lo había sacado él solo respondía – Fue un regalo de mi abuela. – pero no decía mas.
No se sabía mucho de sus padres o si tenía hermanos, siempre estaba solo, en la escuela todos le tenían miedo hasta los maestros le temían pues se decían muchas cosas extrañas y perturbadoras acerca de que en las noches hacia rituales extraños en la soledad de su casa y aquellos que hablaban mal de él o lo confrontaban aparecían muertos de formas horribles.
Este fue el caso de la hermana de uno de sus compañeros de escuela Izzy Martínez, un chico de cabello castaño, ojos verdes y algo corpulento. La chica se había atrevido a llamarlo fenómeno enfrente de todos y a la mañana siguiente había sido encontrada muerta estrangulada en su casa con una expresión de horror grabado en el rostro y eso….fue lo que empezó todo.
Izzy estaba furioso , sabía que el único culpable había sido Eleazar y desde ese día planeó matarlo pasaron varias semanas en las que Izzy planeó su muerte hasta que finalmente se decidió.
- ¿Por qué me hiciste venir Izzy? – le preguntó Anthony Del Valle su mejor amigo un chico de cabello rubio y ojos azules.
– Para mostrarte esto. – le dijo sacando un hacha algo oxidada de debajo de su cama. – Es de mi padre… la encontré escondida en el sótano. – dijo sosteniéndola.
- ¿Qué vas a hacer con eso? - preguntó Anthony algo alarmado.
– Matar a Eleazar. – dijo con una mirada de determinación.
- ¡¿Estás loco?! ¡¿Por qué harás eso?! – le preguntó mirándolo.
- ¡Mi hermana está muerta y es por su culpa! – gritó Izzy con rabia.
– ¡Pero no sabes si fue él! – dijo.
- ¡Oh vamos Anton! ¡Quien más pudo haber sido! – gritó él.
Anthony no respondió e Izzy asintió.
– Voy a ir a matarlo y espero que no intentes detenerme. – le dijo dirigiéndose hacia la puerta de su habitación, Anthony lo miró salir y se mordió los labios, tenía una fea corazonada de todo esto.
Izzy esperó hasta el anochecer para salir y después de eso se dirigió hacia la casa en la que vivía Eleazar, que como se había mencionado antes, era una tétrica casona a las afueras de la ciudad rodeada de vegetación. Se escondió entre los arbustos y luego esperó, no pasó mucho tiempo antes de que viera a Eleazar salir de entre la maleza para entrar a su casa. La gente decía que siempre salía durante las noches, ¿A dónde iba? Nadie lo sabía, pero para Izzy ese era el momento perfecto para matarlo.
- ¡ELEAZAR! – gritó Izzy saliendo de su escondite, él se detuvo y volteó a ver a quien le hablaba con el seño fruncido.
- ¿Izzy? ¿Qué haces aquí? – Pregunto mirándolo.
– Creo que tú lo sabes. – le dijo enfrentándolo.
- ¿Tu hermana? – preguntó, Izzy asintió.
– Lo siento, pero yo no tuve nada que ver. – dijo tranquilamente.
- ¡No mientas! ¡Tú eres el único culpable de lo que le sucedió y vine a ajustar esa cuenta contigo! – gritó furioso.
Eleazar lo miró de una forma extraña con sus ojos penetrantes e Izzy sintió un escalofrío pero no retrocedió, Eleazar sonrió de una forma maliciosa.
– No creo que sepas con quien te estás metiendo. – dijo.
- ¡No, eres tú el que no sabe con quién se ha metido! – respondió Izzy.
Y rápidamente sacó el hacha que había tenido escondida detrás de la espalda y de un golpe le cortó la cabeza, la cual salió rodando por el suelo con una expresión de sorpresa en el rostro. El cuerpo decapitado cayó de rodillas y se desplomó ante los pies de Izzy, quien no estando conforme con eso, mutiló el resto del cuerpo de Eleazar, cortándole un brazo, una mano, la pierna y partió el cuerpo a la mitad.
Una vez que Izzy descargó toda su ira, contempló el cuerpo despedazado y ensangrentado de Eleazar. – Eso fue por mi hermana maldito. – dijo y le escupió.
– ¡Pero por Dios Izzy! ¡¿Qué has hecho?! – Oyó una voz a sus espaldas se volteo y vió a Anthony, que lo había seguido y contemplaba aquella escena con una cara de espanto y asco.
- ¿Qué haces aquí? – le pregunto frunciendo el seño.
– Lo pensé y finalmente decidí venir a detenerte, pero veo que he llegado demasiado tarde. – dijo mirando el cuerpo mutilado.
- Pues ahora ayúdame a enterrarlo. – le dijo dejando el hacha y sacando una bolsa negra de su mochila.
- ¡¿Qué?! – le dijo Anthony mirándolo con miedo.
- Tengo que deshacerme del cuerpo….de todas maneras no creo que nadie lo extrañe. – le dijo mirando el cuerpo.
– Toma la bolsa y mete el cuerpo ahí….incluyendo su cabeza. – le ordenó dándole la bolsa.
- ¡Olvídalo no lo tocaré! – le dijo asqueado.
- ¡Hazlo! A no ser que quieras acompañarlo. – le dijo tomando el hacha de forma amenazante.
Anthony vió la mirada desquiciada de Izzy y entendió que hablaba enserio, había visto el cuerpo y ahora tendría que cargar con la culpa tanto como él. Sin otra opción tomó la bolsa y empezó a meter el cuerpo despedazado de Eleazar, dejando al final la cabeza, no sin sentir un temblor de miedo y asco, mientras Izzy cavaba una fosa con una pala que había encontrado.
– Oye mira. – dijo Anthony señalando algo en el suelo.
– El collar de Eleazar debió caerse cuando….tu ya sabes…lo decapitaste. – dijo agachándose con intención de recogerlo.
- ¡No lo toques! – le gritó Izzy deteniéndolo.
– Pero es de plata y rubí podríamos venderlo. – replicó Anthony.
- ¡NO! ¡Debe estar maldito igual que él! ¡Que se lo lleve al infierno! – dijo levantando el collar con un palo y echándolo a la bolsa sin notar que este había empezado a emitir brillos siniestros.
Una vez cavada la fosa hicieron un nudo a la bolsa y la echaron dentro de ella y luego prosiguieron a llenarla.
– Bueno….esta hecho….e cumplido mi venganza. – dijo Izzy dando unos últimos palazos a la tierra.
- ¡Bien, ahora vámonos de aquí, este lugar me asusta! – le pidió Anthony, y ambos se retiraron de ahí.
Nadie pareció importarle mucho el hecho de que Eleazar había desaparecido y su casa ahora parecía abandonada, y la verdad la gente tenía demasiado miedo como para investigar que le había sucedido, pero Izzy se sentía feliz, feliz y sin ningún remordimiento ya que pensaba que había librado al mundo de un monstruo.
Con el tiempo la gente lo olvidaría, Anthony lo olvidaría y él también lo olvidaría, en todo caso sintió que sería bueno confesarse ya que nunca había matado a alguien y quería estar limpio de toda conciencia.
– Mañana….iré a la iglesia….si eso haré. – se dijo así mismo, y después de eso se fue a dormir.
El viento había empezado a soplar con fuerza, mientras que la luna se vio cubierta por negros nubarrones, Izzy se despertó a eso de las 12 de la media noche sediento, bajó las escaleras y se dirigió a la cocina.
– Izzy…- escuchó una voz extraña a sus espaldas, Izzy se volteó pero no vio a nadie, arqueó una ceja, estaba seguro de haber escuchado una voz….
– “Lo abré imaginado” – pensó con nerviosismo.
De repente una ráfaga de viento helado lo envolvió y sin saber porque comenzó a caminar hacia la sala, como si una fuerza invisible lo empujara, cuando entro a la sala se detuvo. ¿Por qué había ido a la sala? Un escalofrió le recorrió la espalda….algo no andaba bien.
- Izzy….- de nuevo la voz, pero esta vez esta había provenido del fondo de la sala, Izzy miró hacia donde había venido la voz intentando distinguir algo entre la penumbra.
- ¿Quién…quien es? ¿Quién está ahí? – preguntó empezando a sentir miedo y le pareció distinguir una silueta sobre el sofá de su padre pero….había algo extraño, unas lucecitas rojas brillaban en la oscuridad y parecían que lo observaban.
- ¿Eres tu Anthon? ¡Acaso estás intentando jugarme una broma! ¡Deja de hacerte el payaso! – dijo pensando que quizás era Anthony intentando asustarlo.
La silueta no le respondió pero las lucecitas parecían brillar aun con más intensidad Izzy empezó a sentirse nervioso.
– ¿A…Anthon? – llamo Izzy mirando la silueta.
– No soy Anthony. – le respondió una voz hueca y espeluznante que hizo que se erizara la piel.
Las luces se prendieron de golpe cegándolo por algunos segundos, cuando finalmente Izzy logró recuperarse, miró a quien le estaba hablando y sus ojos se abrieron como platos horrorizado, aterrorizado frente a él estaba la visión más horrorosa que hubiera visto jamás, Eleazar Álvarez estaba sentado sobre el sofá y lo miraba fijamente.
Izzy se horrorizó y parpadeó, como si quisiera creer que eso era una pesadilla, pero ahí estaba él, pálido como la cera, su ropa desgarrada y ensangrentada, y ahí en donde debían estar sus ojos, estaban oscuros y vacíos, excepto por el extraño brillo rojo que resplandecía al fondo de sus cuencas, como si fueran brazas ardientes y era con esos ojos que lo miraba de una forma colérica, terrible, maligna.
Izzy notó que llevaba puesto su collar, con el que lo había enterrado y ahora brillaba de la misma terrible manera que sus ojos.
– ¿E….Ele…? – tartamudeó Izzy lleno de espanto, el fantasma sonrió. - ¡NO! ¡NO PUEDE SER QUE SEAS TÚ!¡YO….YO TE MATÉ….YO TE ENTERRÉ…TÚ ESTABAS….!–
- ¿Muerto? – completó el espectro.
Fue cuando vio la costura que unía la cabeza de Eleazar a su cuerpo, vio también las de su brazo y la mano que le había amputado y apostaba que había mas debajo de su ropa, sintió un escalofrió.
– Te voy a hacer una pregunta Izzy. – dijo Eleazar entrelazando sus huesudos dedos y entrecerrando los ojos.
- ¿Sabes por qué nunca me quité este collar? – le pregunto agarrando su collar y mostrándoselo, mirándolo Izzy movió la cabeza.
– No..no..-dijo con miedo.
– No es un collar común y corriente sabes…. – le dijo acariciándolo, su voz se escuchaba cavernosa, terrible como si saliera de todas partes y eso provocaba que a Izzy se le erizara la piel y el cabello.
– Yo no mentía cuando dije que mi abuela me lo había dado…este collar a estado en mi familia por generaciones, aunque al principio yo no entendía porque era tan especial…- calló por algunos segundos mientras jugueteaba con el collar entre sus dedos.
Pero ese silencio era extraño…espeluznante, Izzy quería huir, salir corriendo o al menos intentar evitar seguir viendo aquel horror, pero su cuerpo no le respondía, era como si estuviera clavado en el piso.
– Hace años leí una historia….de esas leyendas del México antiguo…..trataba de una bruja que poseía un collar mágico y antes de que la inquisición se la llevara le dio el collar a su hija y le dijo que antes de que la enterraran le pusiera ese collar, porque de esa manera reviviría y regresaría de la muerte pero….la bruja no contaba con que en el cementerio en el que fue enterrada vivía un ladrón saqueador de tumbas…..creo que se llamaba Pedro…..en fin la cosa es que este ladrón robo el collar de la bruja impidiéndole revivir, pero el tampoco contaba…..con que el fantasma de la bruja iría a recuperar su collar…..pobre…si hubiera sabido en lo que se metería, se lo hubiera pensado mejor antes de robar ese collar…..apareció muerto después, con la cara rasguñada y una expresión de espanto en el rostro….- luego clavo su mirada en Izzy que había estado callado incapaz de moverse.
- ¿Sabes a dónde quiero ir con esta historia? – le pregunto entrecerrando los ojos, Izzy negó.
– El collar de la historia es similar al que traigo puesto. – le dijo.
– Es…estás…diciendo que… - tartamudeé él tragando saliva.
– Exacto….este collar puede revivir a los muertos….pero puede hacer otras cosas….apuesto a que si lo hubieras sabido….no me hubieras enterrado con el ¿cierto? – le dijo, Izzy no se atrevió a hablar.
– Eso pensé – dijo guardando silencio de nuevo por algunos segundos antes de volver a hablar.
– Nunca creí que tendría que usarlo sobre mi mismo….pero bueno…es sorprendente los giros que te da la vida…- dijo.
– No…no..entiendo..- dijo Izzy, que había empezado a sudar a pesar de que lo envolvía aquel aire helado y sobrenatural.
- ¿Qué no entiendes? – le preguntó Eleazar frunciendo el seño.
– Quieres….decir que…ese collar….¿es mágico? – preguntó tragando saliva, Eleazar asintió.
- ¿Te preguntas cómo es posible? – le preguntó clavando sus ojos en él, Izzy asintió.
– Bueno, el apellido Alvarez a existido desde hace años, debido a que en mi familia siempre a estado conformada por brujas y hechiceros…. –
- “¿Brujas? ¿Hechiceros? ¿Es decir que todo lo que decían sobre él era cierto?” – pensó Izzy sin poder comprender aquello.
– De hecho yo mismo soy uno...oh lo era…- dijo viendo el collar.
– Yo era el último que quedaba de mi familia…esperaba poder usar este collar para algo mas. – miró a Izzy de una forma extraña.
– Oh bueno….supongo que aun hay tiempo. - dijo tomando algo que había dejado recargado aun lado del sofá.
Izzy se paralizó y abrió los ojos con miedo cuando reconoció lo que era, ¡el hacha de su padre! La había arrojado dentro de la fosa en la que había enterrado a Eleazar para cubrir su crimen y aun tenia su sangre seca, pero ahora aquel horroroso espectro la tenia en sus manos.
– La reconoces ¿cierto?....esté es el hacha con la cual me diste muerte. – le dijo Eleazar levantándose del sofá.
- ¿Qué….que piensas hacer? – dijo intentando retroceder pero formándosele una idea.
Eleazar no respondió de inmediato, miró el hacha por algunos segundos y luego miró a Izzy y sonrió de una forma grotesca y horrible mostrando una hilera de colmillos.
– Tú cortaste mi cabeza con esto…..pues ahora Izzy….¡ES TU TURNO! -
Asustado Izzy pasó de mirar aterrorizado los ojos vacíos de Eleazar, los cuales se habían abierto y las luces de sus cuencas vacías habían empezado a brillar con mas intensidad, a mirar el collar que también había empezado a brillar de forma siniestra y sin saber cómo, sintió que aquel collar lo llamaba y lo empujaba, oía voces, gritos, lamentos y gemidos espantosos.
– “¡No…esto…esto no puede estar pasando…es una pesadilla…! ¡Que alguien me despierte! – pensaba Izzy aterrorizado.
– Ven aquí. – escuchaba y sintió que todo le daba vueltas y en medio de todo veía el rostro de Eleazar que sonreía de una forma burlona y maligna mientras levantaba el hacha.
- ¡NO ELE! – gritó Izzy.
- ¡NOOOO! – se escuchó un grito horroroso seguido de una carcajada siniestra y luego silencio…
Cuando los padres de Izzy bajaron al escuchar aquel grito, su horror y sorpresa no tuvo limites, el cuerpo decapitado de Izzy yacía en el suelo pero lo mas espantoso de aquello era que la cabeza de Izzy pendía de la lámpara de la sala colgada de los cabellos y en su rostro había quedado grabado una expresión de terror.
Anthony se despertó empapado en sudor había tenido la pesadilla mas horrorosa que hubiera soñado jamás, se talló la cara intentando calmarse.
– “Ojalá Izzy no me hubiera metido en este aprieto” – pensó sintiéndose culpable por no haberlo detenido.
Pero bueno había sido solo una pesadilla ¿no? Eleazar estaba muerto y nadie se había preocupado por indagar …..si…no había de que preocuparse se volteó para tomar el vaso con agua que había dejado en su mesita de noche y de repente se puso pálido mientras que un sentimiento de miedo y horror lo invadía, ahí en la mesita había algo que lo lleno de pavor, ¡el collar maldito de Eleazar!
– “No….¡No puede ser!” - pensó horrorizado intentando retroceder y empezando a sudar, el terror se intensificó, cuando este empezó a brillar de forma siniestra y una voz maligna que parece provenir del collar y del mismo infierno, le dice con tono cavernoso y terrible.
– Ven aquí …..-
Este creepypasta fue creado por: http://winxzafir.deviantart.com/